Sangre en la plantación. La muerte de un número indeterminado de manifestantes en Ciénaga por tropas oficiales se convirtió en un hito de las luchas obreras y un mito para la historia y las letras colombianas.
“Todavía no eran la muerte: pero llevaban ya la muerte en las yemas de los dedos: marchaban con la muerte pegada a las piernas: la muerte les golpeaba una nalga a cada trance: les pesaba la muerte sobre la clavícula izquierda; una muerte de metal y madera que habían limpiado con dedicación”
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